Ya teníamos varios meses juntas sin probar hombre alguno. Nos habíamos prometido fidelidad, pero no duró mucho. Aunque no rompimos la promesas de sernos fieles, el hacer un trío no cuenta porque estábamos las dos y ambas la gozamos rico.

​Yo ya estaba un poco irritada de los consoladores plásticos y los lubricantes que me producen una reacción leve. Además no es lo mismo sentir la carne de un macho dentro del culo o la concha para soltar chorros de deseo y que a una no le duela sino que le guste.

​Así que decidimos chupárnoslas primero para que él nos mirara y se le pusiera duro, cosa que fue casi de inmediato.

​Lo quise primero dentro de mi ano para que me lo reventara como hacía tiempo no sentía, abriéndomelo y dilatándomelo riquísimo mientras se la lamía a ella con toda mi lengua, de arriba a abajo, de su culo a su clítoris, suavemente.

Luego cambiamos y él la penetró a ella por el ano también. No sabemos porqué, pero nos encanta por el culo a ambas.Luego se la cogió por la cuca y yo le lamía las bolas y el palo hasta llegar nuevamente a ella.

Así hasta que el chico, mucho mas joven que nosotras y un poco ansioso de placer, nos dijo, "estoy que me corro"... por lo que ambas nos dispusimos a recibir su leche en nuestras bocas para luego compartirla en un beso de amantes deliciosas necesitadas de un macho de vez en cuando.

Fotos: TeenMegaWorld