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¡Que Calor!

 

Estoy recién casada y mi esposo consiguió trabajo en el pueblo de al lado. Trabaja de lunes a lunes en un bar y paso mucho tiempo solita en la casa.

Hoy es día de planchar la ropa, el calor de la plancha hace que sienta deseos de quedarme toda desnudita, y el sutil dulce sudor que baña mi cuerpo llena el cuarto con un aroma sensual que me hace entrar en calor, pero en el calor de deseo.

No pasa mucho rato en que aparezca la necesidad de tocarme, sentirme húmeda y algo mareada pensando en que sería de mi si en este instante tocara la puerta el lechero, o el chico del correo... Me pongo a fantasear con que quizá al mediodía pida algo de comer y el delivery sea alguien apuesto y note lo mojadita y sudadita que estoy...

Pero la conciencia no me deja, y aunque mi esposito y yo somos bastante abiertos, prefiero que estas fantasías se hagan realidad estando él en casa.

Bueno, por ahora no queda sino seguir en mis labores y darme una que otra tocadita cuando se enciende en mi la chica mala de la plancha.

Fotos: MetArtX

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Fotos: MetArtX

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