Mi Negra Bella
Su piel bronce y vulva roja encendida siempre me han fascinado. Desde nuestra primera vez me hice adicta a su carne, a sus partes perfectas, a su sabor delicioso a chocolate con miel de cerezas y a sus besos cuyos labios cubren toda mi boca.
Es especial, siempre sonríe y me hace reír a carcajadas, pero cuando hacemos el amor, las risas se convierten en gemidos suaves y sensuales.
Allí, es cuando yo abro sus labios, pero los de abajo, y comienzo a meter me lengua muy profundo dentro de ella, es allí cuando la pago todas las risas y momentos divertidos a cambio de un placer infinito e incontrolable.
Luego de que le sacio todas sus ganas y cumplo todas sus peticiones, nos cambiamos y es ella quien me la come toda, su boca me succiona todos los jugos deliciosos que salen de mi y ella bebe de mi fuente que se vuelve una cascada de placer. Su boca me la cubre toda y siento allí como si fuese su vagina la que me lo hace.
Fotos: X-Art
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Fotos: MetArt
Fotos: X-Art