La invitada
Estábamos en el centro comercial tomándonos un café, mi esposa, mi cuñada, una invitada de mi cuñada, que había llegado de España, y yo.
Comentábamos sobre un vídeo de una famosa actriz. Un vídeo casero que se había “filtrado”, y que mostraba a la actriz y a su amante haciendo de las mil y una durante una hora y media.
La invitada de mi cuñada comentó que no lo había visto, y como yo lo tenía, mi cuñada sugirió que lo viéramos en su casa.
Al llegar, mi cuñada disponía para que lo viéramos en la sala, pero hacía calor y yo sugerí verlo en un sitio más fresco; y mi cuñada dijo, "veámoslo en mi cuarto que tiene aire acondicionado".
Preparé todo en el cuarto, y de pronto estábamos los cuatro viendo el vídeo acostados sobre la cama uno al lado del otro. A mi izquierda, la invitada, a mi derecha, mi esposa, y al lado de mi esposa, su hermana …
Comenzamos a ver el video... La actriz comenzaba haciéndole el sexo oral a su amante, quien estaba más que bien dotado con un enorme pene. Todas comentaban sobre su tamaño, largo, ancho y según ellas, muy apetecible… La actriz se lo mamaba insaciablemente y todos comenzábamos a calentarnos...
Luego comenzaron a hacer el amor, y de pronto vemos como el pene gigante penetraba el culo de la actriz y ella se separaba ambas nalgas con las manos, abriéndose aun más.
Al rato, el amante penetraba su vagina con una botella de champán, lo que escandalizaba a todo el mundo… mientras, ella gemía de placer, nosotros hacíamos chistes al respecto...
Mi pene, ya erecto desde hacía rato, abultaba un poco mi pantalón.
Nos cubríamos con un edredón hasta la cintura, y no pude resistir la tentación de acariciar con mi pie el pie de la invitada, a lo que ella que respondió haciendo un leve movimiento con su pie para acariciar el mío. Ella disimulaba, pero pude ver su rostro enrojecido de sorpresa y de morbo.
Con la excusa de que hacía frio, decidí meter mis brazos bajo el edredón, y comencé a acariciarle las piernas. Ella del frio, o de otra cosa, tenía los pezones erectos, y se notaban muy duros bajo su blusa.
Ella dijo, "Yo también tengo frio"...
Puso sus brazos bajo el edredón y se tapó hasta cubrir su pecho. Yo tomé su mano y la lleve hacia mi pantalón abultado, a lo que ella no se negó.
Decidir sacar mi pene erecto y unirlo a su mano. Ella, al sentirlo, hizo un leve gesto de sorpresa que disimuló bien. Mi esposa y mi cuñada miraban concentradas el video y no se percataban de que la invitada me masturbaba suavemente.
Mi pene empezó a soltar gotas de semen con las que ella humedecía mi glande y lubricaba mi pene entero. Su respiración se agitaba y yo podía sentir su seno contra mi hombro y como se recostaba más hacia mi.
Cruzándose nuestros brazos, busqué meter mi mano dentro de su pantalón, al que ya ella había desbrochado para que yo pudiese acariciarla también. Yo acariciaba su vulva encharcada bajo sus pantis, disimuladamente logré introducir dos dedos dentro de ella. Los metía y los sacaba suavemente, salían empapados. Con ellos también separaba los labios de su vulva y acariciaba su clítoris. Ella no podía evitar cerrar los ojos.
De pronto pude ver que mi esposa se percató de mi erección, y disimuladamente también puso su mano en mi pene humedecido por mi semen. Increíblemente mi esposa decidió unir su mano con la de ella y ambas me masturbaban entrelazando sus dedos, acariciándose las manos mescladas con mi semen y apretando suavemente mi pene erecto entre las dos.
Yo sin titubear, empecé también a acariciar la vulva de mi esposa metiendo mi otra mano bajo su minifalda y dentro de sus pantis.
Así estuvimos masturbándonos suavemente por un rato. Mientras, disimulando, veíamos el video, hasta que yo no aguanté más, y procurando en lo posible no gemir, eyaculé en silencio.
Mi pene soltaba semen en oleadas rebozando sus manos, y sentí como de sus vientres se venían espasmos de placer, mientas yo apretaba fuerte con mis dedos dentro de ellas.
Ellas, también evitando en lo posible gemir, cruzaban las piernas y apretaba sus muslos, y ambas muy pegadas a mi alcanzaron orgasmos que casi no pudieron esconder.
Terminó el video y como pude, puse de nuevo mi pene dentro de mi pantalón.
mi cuñada dijo, "¡ya! ¡vamos a tomarnos otro café!". Me dio la impresión de que estaba algo molesta, quizá se dio cuenta, pero no lo comentó, y mi esposa tampoco dijo nada.
La invitada, en lo que tuvo la oportunidad me preguntó, "¿Te gustó?", y mi sonrisa respondió por mi. "A mi también" Me dijo con mirada muy picara.
Esta historia continuará...
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