top of page
La Hermanastra

 

No había pasado mucho tiempo de conocernos, éramos amigos de la escuela y solíamos pasar el tiempo jugando videojuegos en su casa. Él tenía una hermanastra un poco menor, de largos cabellos castaños y una sonrisa muy pícara, y le gustaba estar con nosotros.

 

Se acercaba a mí para que la abrazara y la acariciara, le gustaba que le hiciera cariños y se sentaba en mis piernas. Creo que se estaba enamorando de mí.

 

A veces me quedaba a pasar la noche en casa de mi amigo.

 

Un día él me contó que había visto a su hermanastra desnuda mientras se duchaba, y ella se dio cuenta. Ella le pidió que entrara al baño para que le acercara la toalla, le pidió que le secase la espalda y la acompañara al cuarto. Dejándose llevar por el morbo y la picardía de su hermanastra, él le pidió que, si podía verla desnuda, y ella aceptó. Acostándose en la cama y separando sus piernas, ella abrió los labios de su vulva para que mi amigo se lo hiciera, … El se puso nerviosos, no supo que hacer, y eso llegó hasta allí.

 

Sintiéndome un poco excitado por el relato, mi pene erecto se asomó por la cobija y mi amigo se percató de ello, sin haberme dado cuenta, puso su mano en mi pene, lo que me sorprendió.

 

Al ver que las cosas se ponían calientes, le pregunté si podía llamar a su hermanastra para que se uniese a nosotros, y dijo que iría sin hacer ruido...

 

Al cabo de dos minutos su hermanastra somnolienta, pero con esa misma sonrisa de siempre en su rostro, se despojó de su pijama y se dispuso abierta sobre la cama. Empecé a lamérsela; comenzamos a fornicarla. Mientras ella le chupaba el pene a mi amigo, yo le lamía su vulva.

 

Luego me pidió que la penetrara, y me puse sobre ella, con mi pene grande y duro la penetraba muy profundamente, para luego retirarlo despacio sin sacárselo completamente.

 

Mi amigo mirándonos, decidió masturbarse hasta que soltó todo su semen. Yo acabé sobre los labios de su vulva, mientras ella se acariciaba suavemente, introduciéndose los dedos, sintiendo espasmos de placer.

Luego de acabar, nos dijo, "Ahora los quiero a ambos dentro de mí, uno por delante y el otro por detrás".

Publicidad

878_300x300.gif
958_300x300_1.gif
bottom of page