Ella es muy tímida

 

Por esas cosas de la casualidad visitamos la casa de una amiga, llegamos todos juntos y nos dimos cuenta de lo austera que era. Todavía temprano en la tarde estaba bastante cálido el lugar, transpirábamos suavemente y nuestra piel se humedecía bajo las ropas que ya mostraban el sudor.

 

Mientras los demás se quedaron en la sala, entramos mi amiga, mi esposo y yo a conocer el resto del lugar, fisgoneábamos por los pasillos y entramos a una habitación, igualmente austera y calurosa. Mi esposo ya contemplaba, desde hacía un rato, las transparencias producidas por nuestras delgadas ropas humedecidas por el vapor de nuestros cuerpos y me dijo al oído que sentía muchas ganas de hacer el amor en ese momento.

 

Mi amiga, al darse cuenta, dijo que nos dejaría a solas, y yo le dije que si lo deseaba podría quedarse. Ella sorprendida y sonriendo nerviosamente, primero dijo que no, y le dije, “anda, quédate” y tímida, pero picara, mordió sus labios y me miró a los ojos llenándosele el rostro de deseo. “Bueno” respondió.

 

Se dio ligeramente la vuelta mientras nos desnudábamos... ella seguía tímida y nerviosa. Mi esposo y yo, comenzamos a besarnos y a tocar nuestros cuerpos calientes de deseo. Muy pronto estábamos desnudos sobre la cama haciendo el amor. 

 

...Mi amiga algo excitada, ya se acariciaba la piel escuchando nuestros gemidos, … decidió voltearse. Le dije que si quería vernos podía.

 

Ya muy excitada decidió desnudar su cuerpo escultural humedecido y me pidió unirse a nosotros, mi esposo me miró a los ojos y me preguntó si estaba bien, … yo acepté.

 

Yo traía en mi cartera un consolador que siempre llevo cuando salimos de viaje.  Mi amiga se había arrodillado de espaldas sobre la cama, bajó su torso recostando su cabeza entre sus brazos y levantó sus caderas mostrando su vulva y sus nalgas levantadas hacia mi esposo, mientras lo miraba volteando su cabeza. Mi esposo la tomó por detrás, le acariciaba las nalgas haciéndola subir al cielo y regresar, penetrándola suave y profundamente. Yo decidí hacerle el amor a mi esposo mientras él penetraba a mi amiga

 

Mi amiga gemía y gritaba, me decía lo maravilloso que era hacer el amor con él y yo me excitaba como nunca al verlos disfrutar mientras me complacía penetrándolos a ambos con el consolador...

 

...Al cabo de un rato y plenamente satisfechos, escuchamos que alguien venía; vimos una sombra detrás de la cortina que hacía de puerta en la habitación. Era mi hermana que había viajado con nosotros y se había quedado en la sala. Decidimos vestirnos rápidamente antes de que llegara, y desde afuera preguntó si podía entrar, yo le dije que pasara, justo después entró y nos preguntó que hacíamos, le respondí que solo veíamos unas fotos de un álbum que estaba allí en la mesa de noche. Ella al ver nuestros rostros nerviosos y los cuerpos sudados ya se había percatado de lo que sucedía, y nos dijo pícaramente: No, yo sé lo que estaban haciendo no tienen que disimular... ¡¡¡La próxima vez invitan!!!

 

Nos vimos las caras, soltamos una carcajada nerviosa. Decidimos salir de allí rápidamente y reunirnos con los demás...