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Clases de Yoga
No es tanto por el sexo al que siempre llego con el profe, es lo que hace que me provoque tenerlo. Cuando comienza a estirarme y a abrirme, los músculos de mi cuerpo se empiezan a sentir de un modo especial. Se calientan, se relajan, y sobre todo, me hace sudar al punto que es inevitable que se me moje la entrepierna y se me vea empapada.
Cuando me abre las piernas al punto de que mi vagina termina por abrirse también, es allí cuando, no solo el sudor, sino los fluidos vaginales impregnan de sexo el ambiente.
A él también se le pone durísimo y no me provoca sino sacarlo del short y metermelo en la boca.
...Lo demás es solo sexo. Siempre quedo en espera de la próxima clase.
Fotos: SexArt
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Fotos: SexArt
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